domingo, 5 de noviembre de 2006

Mañana es el día "D"

Mañana don Misael nos recibe en su oficina. Tenemos que ir bien disfrazadas. Pantimedias y zapatos de suela. Como lo amerita la situación.


A las Marías (mis compañeras tesistas) se les ocurrió que exponer nuestra Tesis ante el Rector de la U -antes de la Defensa de Tesis Oficial- era una súper idea. Una "súper idea" que me tiene con los nervios hechos trizas, una sinusitis que amenaza con pudrir cada palabra de mi vocabulario psicológico y un dolor de guata, que por más que culpe a la linaza y mi veraniego régimen de fibras, ya sé que no es así. Tengo miedo. Y por más crema hidratante que me ponga en la cabeza, no se me pasan los pelos de punta.

Se supone que este proyecto podría entregarnos números azules en el mediano plazo. Todo gracias a las cifras rojas de nuestros bienaventurados conejillos de indias.

Lo más bizarro de todo esto, es que para variar yo debería andar sumamente feliz y orgullosa. O sea mirar para todos lados con cara de me creo la muerte porque me va bien. Lo peor, es que no me importa mucho.


Yo siempre digo que mis Campañas Anti-Tacones (jamás he usado y prefiero que esto permanezca así), proliferarán y proveerán al mundo de especímenes, medio tragicómicos pero sin problemas de espalda y humos en la cabeza. Donde el Ser y el Estar, prevalezcan más que el Cómo luzco y la marca de mi cartera-francesa-que-no-es-de-Francia.

Espero que mañana en el piso 4 de la Rectoría, las burbujas oxigenadas no se apoderen de esta cabezota rubia. Los zapatos Betty Boop bien firmes en el piso y las ideas claras. Filo con las medias corridas y el olor a frambuesitas. Me prefiero así y con la goma de sandía entre los dientes.

No vaya a ser que en la puerta de salida, una mujer de 25, peliteñida, de traje y tacones, me salude en el reflejo del espejo del ascensor.