Yo y mi escisión.
(-claramente tengo ganas de hacerme un fotolog-)
Oficialmente estoy en Valdivia. En un hotel bastante cómodo y bien ubicado. Sola.
Mi pega nueva se trata de asesorar en temas de Comunidad a una consultora bastante top* (lo comprobaré empíricamente cuando me depositen el pago). La pega es desafiante profesionalmente, personalmente son altas las exigencias y mi colon que antes sanito estaba, sufre las consecuencias. Definitivamente mi consumo de tabaco, manzanilla y linaza ha aumentado. La U va bien y la pega es más que coherente con lo que estoy estudiando. El panorama es alentador, excepto por mis constantes juicios autocríticos.
La pega nueva (me) involucra con ciertos actores sociales con los que NO necesariamente estoy de acuerdo, valórica e ideológicamente. Me carga sentirme mercenaria de la industria. Me carga. Quiero creer que de esta forma actúo en pro de lo que creo, aunque esto sea enlodarme los pies y manos.
Mi pecado.
No creo muchas veces en lo que tengo que hacer. Y a mis veintiséis, éso pesa.
Me pesa la sangre de los cisnes muertos.
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