lunes, 30 de enero de 2006

¿No sabes que en la tierra de mi pecho abierto no hay enojos severos con tu nombre?

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Ayer me dormí antes que tú.

Escapé en los brazos de tu almohada y tus sábanas. Fusionando tu aroma y el mío. Tú en la pieza de al lado y yo durmiéndome en tus sueños despiertos.

Dejé que todas ellas se callaran, mientras esperé tu calor y tu presencia. Una arrancó y murió siendo huella en el cojín azul. Una lágrima redonda y sangrienta que hoy temprano, cuando caminaba al desierto me reventó en el globo derecho. Y ni las gotas del Policlínico aplacan sus gritos angustiosos todavía.

¿No sabes que en la tierra de mi pecho abierto no hay enojos severos con tu nombre?

No hay gritos de verdad, ni golpes en tu frente.

Hay canciones que conoces pero que no quieres escuchar.

No me quieres escuchar.

Estás y no estás.

Volátil tú, y yo inflamable.

Y escribes con tintas de adioses lejanos.

Y hablas de fechas imposibles en mi mundo de besos sonoros.

Y tampoco escucho. No escucho marzo ni diciembre.

Y tampoco te leo los ojos distantes. No quiero ver tus iris pintadas de futuros sin "nosotros", pintadas de un esmog que conozco a veces. Después de las 20 horas de viaje.

Y tampoco te veo los curitas sobre las cicatrices futuras. No quiero saber que no hay heridas en tu carne... No quiero saber que ya estás sanado del dolor de más rato.

Mi problema... Te sigo soñando cuando tú ya abriste los ojos.

Ayer en la pieza de al lado.

Ayer cuando alguien cercano nos decía...

""El problema es que en las relaciones siempre hay uno más. Uno que ama más que el otro. Uno que sufre más que el otro...""

Yo me duermo en tu mundo para que me lleves en tus sueños...

Yo me duermo y me escapo en grados, para No ver que ya partiste.

Y ya partiste.

Hace rato.

Un par de meses atrás.

Hoy beso tus labios áridos, me despido, y pienso en ver morir 4 días más...

Y cierro los ojos de nuevo, y tus labios vuelven a ser fruta fresca con mi nombre.

Hoy fue más difícil partir. En mi pecho el adiós se hace inminente...

Perdona por decirte que me dueles...

martes, 17 de enero de 2006

¿Chicas Superpoderosas?

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El domingo salió Michelle. Un pequeño paso para el hombre, uno más grande para las chilenas. Puede que mejore la imagen corporativa de Chile Punto Com ante el mundo. Puede. Puede que No. Como sea, la mirada fiscalizadora de un par de millones de personas le da la bienvenida a esta mujer que pretende cambiar las cosas. ¿Por ser mujer? De cualquiera de los extremos, para nadie es un tema indiferente...

La semana del 23 de diciembre del 2005, me avisaron que mi segunda práctica profesional (y la última gracias a diosito) sería en Minería. Wow !! Y un bakán telefónico, se me salió indecorosamente al escuchar la noticia. Porque ojo, siendo mujer, de apellido Vargas y más encima sin pituto... Cero posibilidad. Te esperamos el 2 de enero. Y con la autonomía y el demostrar lo aprendido, me vine a esta tierra de dinosaurios conocedores de desiertos.

La población femenina no supera el 20% (aproximadamente). Cuando llegan nuevas empleadas, aprendices, practicantes, se les llama ""carne nueva"" y como tal, son (somos) recibidas. Hoy fue el turno de las aprendices. Los ""viejos"", aplauden, golpean las tazas con las cucharas generando un alboroto de proporciones. Las más tímidas rojas de vergüenza, no atinamos más que poner nuestra mejor cara de seria y pesada y pasar rapidamente, con las miradas punzeteando traseros. Las otras, más descarriadas sonríen de medio lado y a veces hasta regalan un guiño de ojos.

Fresh Meat.

Como mi trabajo es más profesional y acá arriba soy ""La Psicóloga"" basta un buenas tardes, y las confianzas se dirigen a mis ojos azuladamente tristes. O sea, eso prefiero creer.

Sin embargo, el tema de la población femenina se reduce al decorado necesario para las compañías históricamente masculinas. El colorante y aromatizante floreado en tierra de testosterona. Cuenta la leyenda que antes, las mujeres, dábamos mala suerte a las faenas. Ya que la mina mujer, sentía celos, de estas rivales más vivas en carne y alma. Hoy, lo del bad luck ya es prueba superada, sin embargo el predominio de las hormonas masculinas se siente amenzante todavía.

Las empresas openmind, sugieren que el trabajo femenino es igualmente valorado. Sugieren igualdad de oportunidades. Oportunidades nomás. En ningún caso el mito hipócrita de la igualdad de sexo. Y por eso, ayer fue un día más frik.

Fui Maestro(a?) de Ceremonias en una inauguración. Sin la parka que me queda gigante y los bototos de seguridad destruye pies. Fui modelo y promotora. Fui decorado ceremonial. Y me hicieron creer la valía de la profesión. De la labor. Más tarde, cuando me monté el pijama opresor y mata lamentos. Miro al lado, y mi amiga y compañera de pieza me dice: Son 5 años. Cinco en Geología para hacer pega de secretaria. Sin ánimo de mirar en menos amiga. No me interesa este futuro. Me grita tajante.

Y le beso la frente con palabras alentadoras. Con un ""Hay que informar. Hay que hacer algo""... Mientras me doy media vuelta, me muerdo los labios, y termino de sacarme el maquillaje de adorno bonito que fui hoy.

Mientras me tragaba la manzana podrida y las gracias por tu colaboración. No me interesa este presente, me dije callada.

¿Michelle serás capaz de cambiar estas cosas?

Se necesita con urgencia un gabinete de Chicas Superpoderosas... ¿Acá? Dos voluntarias.

miércoles, 11 de enero de 2006

Torta Agridulce

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Me devoré un trozo de torta de frambuesa y todavía no sé cuantos litros de mango sour, bajo el auspicio del orgullo paternalista de mi padre. Me cantaron cumple atrasado con la broma ya añeja de las velas que no se apagan. Me reí bien fuerte y a pesar que había gente querida, había una que otra mirada extraña, esas temidas, malévolas y siempre sangrantes.

Lo de los cumpleaños es algo bien jevi. Cada año van llegando nuevos y se van quedando otros, más pacientes. Este año habían tres personas más en mi mesa (4 fueron el saldo favorable de mi 2005 atroz)... Por uno, siento más que por los otros tres. Ellos lo saben desde que leyeron la letra A en la frente de nosotros. Recibí regalitos, varios SMS y un par de cosas útiles. Gracias. El viernes fue bello armonizado por los sones de Narnia y el crujido de las galletas y el chocolate, fondeados en mi bolso. Dormí feliz esos dos días y el sábado de pijamas todo el día, los bits de mi realidad me pegaron un par de bofetadas. Pedí, para variar callada, hoy no. Hoy no. De lunes a jueves tienen para discutir. No más gritos por favor. Los de mi cabeza ya son suficientes. Y para variar, llantos callados en el primer piso de una casa ajena y cercana... Y me vengo aguantando los llantos tantos rato, que el reproductor de lágrimas digital que tengo, se le está venciendo la póliza de garantía...

La fiesta estubo increíble. Con dejota y todo. Había amor por todos lados. Entre la bulla de Miranda! y el Brit; y las coreografías sobre la cerámica, opresivos y negados gritos del miedo fueron escondidos entre los glitter que exigía el sábado de fiesta. Mi fiesta. Hoy solo van quedando fotos que van perdiendo la resolución, cuando espero que se mueran los días acá arriba, y que el viento reseco salado, me borre del cuerpo, las huellas de amor dominical...

No me está haciendo bien.

Hay ratos que arrancan de la fosa común donde permanecen. Revientan atómicamente los desatinados. Me río de mentira. Hago ruidos con las palabras. Por el cable teléfonico transmito tufo a muerte. Y hallé el miedo más macabro. Me vi sola frente al monitor. Optando por no conectarme. Optando por la almohada testigo y asesina otra vez. Ahogándome en los kilogramos de penas no dichas, en el cóctel anti sinusitis y una dósis extra.

Y me dio más miedo y culpa. Y ahí me dije que ahora sí, que no sentía más. Me están doliendo las palabras. Si sabes que decir pues dilo ahora, me canta un extraño.

Hoy ando con miedo que nadie sea capaz de traducir el libro escrito en arameo que albergo en mi pecho. Lo peor, es que el jueves bien de nuevo. Teatro por favor. Y el finde escarchado también. Y sino, siempre está la alternativa de ahogarme en grados, como alguien escribió alguna vez... Esperando que sea lunes, y diciendo hellow realidad. Mientras, la cara partida gritando con la cinta adhesiva permanente, apretándome la boca.

Nunca es tarde para pedir ayuda dicen. ¿Pero para mí? El carro de emergencias pasó hace rato. Y en el teléfono de emergencias, suena el buzón de voz.

viernes, 6 de enero de 2006

En pedir NO hay ¿Engaño?

Me piden.

Que vista normal de lunes a jueves, que trabaje en el turno de 4 x 3, en la mina. Que me compre jeans, porque las chapulinas, las rayas y el negro no van con la psicóloga pelirrubia que debo ser. Me piden. Que trabaje 12 horas y que la sonrise pep ilumine el gris desierto que se burla de mis bototos de seguridad. Me piden. Me piden que me vaya bien y que destaque en esta oportunidad grosa que siendo mujer de apellido sin tantas doblevés ni escudos familiares, ni parcelas en el sur, tuvo la patudez de obtener. Es tu oportunidad de la vida y te la estas jugando me dicen en casa. La con futuro. La que lo merece.

Me siguen pidiendo. De las casas comerciales me piden que pague el dia treinta cuando aun no se de donde cresta saco las lucas. Me piden. Que me compre un notebook para que mi trabajo sea mas profesional. Y para que el Vargas no suene tan común ante los gringos, cuando me aprueben los proyectos. Me ofrecen que haga la tesis arriba [en la mina] y que arruine mi vida sociosentimental, por un par de pesos que me garantizan la psiquis atormentada los labios y manos resecos y un bello porvenir en el mundo metálico. Y me piden. Mi vieja me pide que vaya a Misa y que le diga a tata Dios gracias por cuidarme de las tronaduras y los viejos ultra frescos que juran que yo creo que me miran los ojos nomás.

Me piden.

Pido.

Bajo el jueves [ayer] y pido torta de frambuesa, porque veinticinco años tengo desde el 4. Y el cuarto de siglo se me va notando en parráfos agridulces como éste, en la sensación de desierto en mi guata y en que cada vez que pienso en marzo a diciembre me brotan un par de lágrimas huérfanas... Él se va, y Yo me quedo. Me quedo a 3300 metros sobre el nivel del mar. Forjando un futuro promisorio como debe hacerlo una chica media, cuyos papás brillan cda vez que hablan de ella.

Me piden.

Que sea más grande de lo que soy.

Lo malo, no conocen mi alma pequeña.

lunes, 2 de enero de 2006

¿Se puede resumir una vida entera?

Resumiendo...

Meses sin tinta en los dedos. Meses.
Mil cosas calladas, otras evadidas y otras no dichas que se saben nomás.
Vuelvo, con otras historias. No sé bien si mejores o peores.
Solo vuelvo y ya.
Mientras otros parten a tierras lejanas.
Este presente me esconde en una fosa a rajo abierto. Posibilidades interesantes y dolores que se curcunscriben en esta alma todavia joven.
Me atrevo a saludar y despedir. A besar y decir.
Me atrevo.
Porque aún me quedan cosas que decir.
Y desde lejos les vuelo un beso con sabor a desierto.
Y hoy, con sabor a metales les canto un Feliz Año 2006.