Ser loco es la única elección real que se puede hacer hoy en día. Hoy lo escuché. Hace 400 años se escribió. Ser loco y libre. Con armadura de tapa de auto y olla achatada en la cabeza, Rocinante marca Bianchi y un Sanchez de copiloto... Ser quijote en un mundo plastificado. Ser loco sin dejar de ser Sano.
Y me acordé de sueños actuales que no dependen del cartón con las estampillas. De los de al lado, que respiran aires de otro hemisferio. Y me dio pena imaginarlos mutilados, al lado de un camino cualquiera...
Una vez leí que La Mancha era un lugar pobrísimo y triste. Y que la recreación de la fantasía había sido un recurso de supervivencia del quijote. Y me leo las propias palabras y le hallo significado al soñar como recurso para no sobrevivir. Porque en el escape a un mundo escondido está el afán de aferrarse a la vida. No a esta. A la de más allá, sin ser "el más allá".
Cuando se sueña es cuando por fin uno es libre. Cuando se sueña súbito, caer, morir, vivir, volar. Y hay que soñar con los ojos abiertos y los pies en tierra firme... Y suena bonita la armonía musical en el teclado. Se oye el fluir de las ideas. Pero está el miedo, el olor a ley de Murphy. Y el pesimismo y los falsos credos. Y aparecen los molinos que son gigantes.
Y mi molino tiene mi nombre y mis apellidos. Duerme conmigo y comulga con mis pesadillas. Se viste de satín para acariciarme la espalda y amedrentarme con el filo del temor. Impide que mi piel sonría. Se asoma en mi espejo y me mira directo a los ojos y hay veces que me dice que no puedo. Que no me va a resultar. Que le queda poco tiempo a la sonrisa mil dientes. Y a veces le creo. Y dejo de lado el traje de caballero/a andante...
Y qué hacer me digo en noches insomnes como hoy. Y escribo la respuesta.
Enfrentar los molinos de carne y hueso...
Y rezo porque me acuerde más rato.
Enfrentar los molinos de carne y hueso...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario