Dientes vampirescos. Brillo de frutillita.

Esta semana abrí los ojos y el mundo estaba de cabeza.

Lunes entrega de Estudio Comunicacional a primera hora. Obviamente Murphy colapsó entre tanta parafernalia maléfica y el finde me tuvo de brazos cruzados. Avancé Nada. Encuentro con mi jefe, cosa que jamás sucede a las 4 de la tarde. Volando recorrí el teclado, aprendí a anillar y mil estupideces servibles obviamente el día en que todo estaba Patas Arriba. Malos augurios sentía y el olor a flores muertas ya se venían. Extrañamente Tim Burton se hizo presente con figuras de animación extraña y la sonrisa de la Merlina Adams me esperaba en el escritorio del susodicho. ""Muy bien Patricia"" exclamó sugerente, con su sonrisa sanguinolesca. Semana fantástica me dije. Llamé a medio mundo. Mentira. Solo al Nombre escrito con tinta roja en mi sentimentalismo, y a mi Mejor Amigo. Pinté de luminosidad el desierto gris.

Sin embargo, Murphy apareció de nuevo. Segunda estocada entre Martes y Miércoles. ""No puede bajar a la ciudad"" Horarios. Metas. Objetivos. Contrato. Palabras funestas y dolor de cabeza permanente. De nuevo la sonrisa traslúcida agria me cicatriza las palabras. Me callo. Me enmudezco. Me encierro en la rabia. Y me hablan a través del monitor. No te vas. No este fin de semana. Aún me queda contención de espíritu y liberación de demonios. Me aparecen los dientes vampirescos, tras el brillo de frutillita. Y una sonrisa escueta. Una nomás.

Hoy al menos es Jueves y vuelta a mi realidad irreal. ¿Te dije que mi semana tiene 4 días? ¿Te dije que el resto es Liberación? De nuevo de cabeza. Pero al menos sin dolor. Marco esta semana con tinta indeleble. Quedan 3 más. ¿Sobreviviré la crueldad desértica?

En el espejo la imagen fantasmal de mi reflejo metálico, sonríe. Y como dije antes; una escueta sonrisa a lo Merlina Adams. Sin respuestas.

De terror. Y bajo presupuesto.