martes, 26 de septiembre de 2006

Carne Asada y Brindis, con Moderación.

FOTO TOMADA POR
Los tuyos y los Míos.


Cuando mis papás fueron a la casa de ÉL, temimos lo peor.

Lo peor para Nosotros, era una fecha límite. Amor escrito en papeles notariales, con firmas en tinta negra y agua bendita sobre nuestras cabezas. Bromas (que eran verdad), acerca de la lista de Novios en una Multitienda. Risas sarcásticas que escondían el miedo. El miedo de los dos, por la obligación. Porque en las casas donde la familia es abundante, la tradición, abunda también.

Y es que vivir, bajo el alero de tradiciones familiares imperturbables. Con gente de Iglesia practicante, es Jevi. J-E-V-I.

A los 25, no tener techo pintado por uno, es fuerte.

Y la opinión de los padres cuando aún pagan por el aire que se respira, pesa. Y hasta duele (a veces)

Tras brindis varios, descorches, copas y vasos, el sudor que corría en dos frentes, aminoró. Al final se rieron de Él, de Mí. No hubo paz forzada, ni rendiciones. Solo proclamaciones de una "amistad" creciente.

No me quedaron uñas. No quedaron botellas vacías. Puras risas sanas. Estridentes, de colores.

Y se fue Septiembre. Un mes de excesos. Estrés estromacal. Estrés Familiar®

Un mes Raro. Frik, como digo yo.

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