Prudencia en la Velocidad

Lento no es seguro para nadie en esta ciudad

- Calma, mesura, continuidad y constancia.

Todos antónimos. Ninguno presente.
Tan solo impulsividad, el arrebato y la furia. Todos estándares de este cuerpo sedentario y loco. Loco por la falta de ella, de la Prude. Las palabras se golpean. Huyen despavoridas presas del silencio infame y mortal.
Mi cabeza huele a película oriental. Puras malas influencias.
Y el frikerio mental traspasa los huesos.
La piel azul y las uñas coloradas. Todo por culpa de la Sole.

¿Será que las minas somos así?
¿Será que la Prude y la Sole no van juntas?

El motor a full. Alimentado con petroleo incoherente. Loca Loca Loca.
Al menos con risas estridentes. Y los ojos vacíos.
Se me acabo la pena.
Al menos hoy.

No me digas nada si tengo prisa.
Voy a hacer lo que necesitas.

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