lunes, 1 de noviembre de 2004

Noche de brujas. Maldicion.

Los 31 son fiesta en mi casa. Al menos para el Ignacio. Le encanta disfrazarse full production y yo siempre la hermana creativa. A el no le importa si la tradicion es gringa o celta. Si acaso es una muestra mas del imperialismo gringo. O como me dijeron el otro dia los cabros chicos del adopta... nooooooo tia esa es una fiesta del diablo, anda pura gente mala en la callle... El Ignacio, catolico practicante y todo sale feliz en el trick-or-truck y nada de las palabrerias de grandes amenzantes, no, no le van a disminuir las ganas de ser otro y con permiso, mas encima con premios. De andar por la calle con mascaras. Mascaras de papel mache y permitidas socialmente. No como las de los grandes. No como las de ayer, noche de celebraciones para grandes y chicos y banderas naranjas, no proclamando la noche de calabazas, sino la fiesta de un brujo [por las elcciones] y su color de campana.

La hermana grande por su parte tambien sale, se disfraza un tanto -ja- y parte a celebrar a una brujita, que cumple benditos 24. Y que pasa que entre tanta mascara volante tanto disfraz sufre una metida de pata... Caida brutal y esguince... Mala pata. La noche del eclipse me anuncio maldiciones venideras. No les quise hacer caso. Seria contradiccion empezar a creer en el destino. Y justo ahora. No por favor. La noche de brujas al final fue una celebracion contradictoria, con huellas en las rodillas y dulces agrios. Como todo. Producto del eclipse?? No, no creo.

Asi es que la salida del espejo me dejo con lesiones mayores, fisicas y psiquicas. Al menos ya paso. Se vienen los dias santos con harta pega y actividad. Hoy?? Dolor. Solo fisico, gracias.

Les dejo Halloween y Jaloguen... Para pensar...

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